La 2 de TVE
retransmitió le día 31 de enero pasado, coincidiendo con la fiesta de
san Juan Bosco, la misa dominical desde Burriana (Castellón). 75 aniversario de
la presencia salesiana. Al día siguiente me comentaba un telespectador, don
Manuel Torralbo, profesor de nuestro colegio, que todo había resultado de
maravilla. Lo único que no le gustó, dijo, fue que no se cantara al final el Rendidos
a tus plantas, himno de María Auxiliadora. Es que en las tierras del sur de España, resulta extraño. El Rendidos se
canta en todas las grandes celebraciones religiosas salesianas. Incluso, al final
de la misa funeral de la muerte de un salesiano o miembro de la familia
salesiana.
El himno de María Auxiliadora se canta con toda el
alma, con fe, sentimiento, emoción. Recuerdo que en Granada predicó tres días de la novena de María Auxiliadora, el entonces
arzobispo coadjutor y hoy cardenal, don
Fernando Sebastián. El primer día al
llegar a la sacristía, al fondo del templo, le faltó tiempo para exclamar: ”se nota cuando se siente lo que se canta”
Obviamente se refería al Rendidos.
La cuna del Rendidos fue Utrera, núcleo de la
expansión salesiana en España. Su autor fue don Salvador Rosés, salesiano
barcelonés que desde que profesó pasó a dicha ciudad permaneciendo durante 23 años hasta que pasó a
Córdoba como director. Don Salvador tomó La melodía de una canción mariana italiana. Él compuso
la letra, seis estrofas.
Exponemos las estrofas y luego hacemos un breve
comentario desde la perspectiva del autor.
Rendidos a tus plantas – Reina y Señora – los
cristianos te aclaman – su Auxiliadora -
Yo tus auxilios - vengo a pedir.- Virgen
Santísima . ruega por mí.
De este mar tempestuoso .- fúlgida estrella – cada
vez que te miro - eres más bella.-
Guíame al puerto – salvo y feliz, - Virgen Santísima - ruega por mí.
En las
horas de lucha – sé mi consuelo –
y al dejar esta vida - llévame al cielo.- En cuerpo y alma – me ofrezco a ti.-
Virgen Santísima – ruega por mí.
En las dos primeras estrofas se aclama con gran entusiasmo a María Auxiliadora implorando con
entera confianza sus auxilios maternos.
Las estrofas restantes llevan una connotación local.
La tercera y cuarta, aluden a la devoción a la Virgen del Carmen, titular del
colegio salesiano, con las metáforas mar tempestuoso y puerto feliz. María Auxiliadora es la Virgen de los
tiempos difíciles y devoción comprometida
opuesta a la tempestad secularista
y a la indiferencia demoledora que nos azota. La contemplación de su atractiva imagen emociona y libera
fuertes energías que impulsan fe,
esperanza y amor.
Las dos últimas estrofas evocan a la Virgen de
Consolación, patrona de Utrera. En el combate de la vida, María Auxiliadora es
consuelo que abre el horizonte hasta la
eternidad, y es estrella fúlgida de la nueva y apremiante
evangelización. La última estrofa es un acto de
filial y total abandono en los
brazos maternos de María Auxiliadora que nos protegen y acariciaran con ternura durante nuestra
peregrinación por las realidades terrestre, primicias de las realidades eternas. Nos puede recordar el “Sé todo de María” que, con con corazón materno,
aconsejó Mamá Margarita a su hijo Juan
Bosco cuando marchaba al seminario.
Agradecemos, especialmente, a la Librería Salesiana
de Pamplona la difusión que hace del
himno de María Auxiliadora con vocación nacional, en su encomiable distribución
de estampas.
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