Don Miguel, que presidía, habló en la homilía de tres núcleos: cómo seguir a Cristo, María Auxiliadora nos quiere demasiado, tenemos que ser padres, dar vida.
Ese día coincidió con el 106 aniversario de la coronación de la Imagen de María Auxiliadora en 1907. Fue todo muy íntimo y no faltó la copa de vino, que también hace fraternidad.
Don Miguel agradece el afecto y, sobre todo, la unión en su acción de gracias al Señor por los sesenta años de sacerdocio. Las gracias las ha expresado también en una afectuosa carta.
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