La devoción mariana se
desborda
Casi a la misma hora y en espacios distintos, dos advocaciones coronadas
llenaron las calles de música y alegría
MIGUEL FERRARY Capuchinos y
Trinidad estuvieron ayer unidos por ese lazo invisible que supone la fe. Una
devoción común, a la Virgen María, representada bajo dos advocaciones, se hizo
presente en las calles de estos barrios. Rosa y celeste o malva. Dos colores
que representan dos formas de acercarse a la Madre de Dios. De vivir la
devoción. En una, con la alegría y bullicio de la gran familia salesiana, donde
todos tienen cabida. En la Trinidad, con el sabor antiguo y popular de una
devoción que da nombre a su barrio y recibe las alegrías y penas que se
expresan frente a su capilla en San Pablo.
La hora clave fue las 18.30. En ese momento salía la cruz guía en San Pablo
y comenzaba la procesión en el Santuario de María Auxiliadora, con un cortejo
largo, muy largo, en el que estaban representados todos los grupos de la Casa
Salesiana de Málaga. Asociaciones deportivas, juveniles, padres de alumnos,
antiguos alumnos del colegio y hermandades vinculadas a este carisma. Todos
estaban representados. Todos participaron en un cortejo que además tiene un
gran tirón popular.
Este año, el trono de San Juan Bosco fue el primero en aparecer, con el
acompañamiento de la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir que interpretó el
himno de Don Bosco en la salida y aportó un ritmo diferente, solemne y festivo,
a este trono. Detrás iba el tronito de Santo Domingo Savio, una escuela de
varal salesiano, con alumnos de 5º y 6º de Primaria del colegio llevando a este
joven santo.
Pero la presidencia le correspondió a María Auxiladora, que recibió petaladas
en varios puntos, como en la calle Daoiz. Y es que esta advocación es capaz de
llenar tres turnos de la novena que se ha realizado en los días previos en su
santuario, que no es precisamente pequeño. La Banda de Música la Paz aportó la
música, estrenando la marcha Madre Auxiliadora, de Narciso Pérez Espinosa.
-----------------------------------------------------
Numeroso púbico presencia los cortejos por las calles de Capuchinos y de la
Trinidad
ÁNGEL ESCALERA | MÁLAGA
Las procesiones de gloria de María Auxiliadora y de la Virgen de la
Trinidad, titular de la Cofradía del Cautivo, salieron la tarde de este sábado
por los barrios de Capuchinos y de la Trinidad. Numerosas personas acudieron a
ver a las imágenes. Los cortejos se pusieron en marcha a las seis y media de la
tarde desde el santuario de María Auxiliadora y la parroquia de San Pablo.
El sonido de los cohetes saludó la salida de la procesión de María
Auxiliadora. La novedad que presentó la archicofradía fue que el cortejo lo
abrió el trono de San Juan Bosco, acompañado por la Agrupación Musical San
Lorenzo Mártir. En medio de la procesión fueron las andas de Domingo Savio.
«Hemos decidido hacer ese cambio para que Domingo Savio vaya más arropado en la
procesión», dijo a este periódico el hermano mayor de la archicofradía, José
Manuel Molina.
El tercer trono del cortejo fue el que más expectación suscitó. Y es que
María Auxiliadora es una de las Vírgenes con más devoción en Málaga. El trono
de la Virgen llevaba una campana de 1922, donada por las monjas del Císter
antes de irse de Málaga.
Tanto los tronos de San Juan Bosco como el de María Auxiliadora, al llegar
a la plaza de Capuchinos, doblaron a la derecha para situarse frente a la
parroquia de la Divina Pastora, donde estaban representaciones de las
hermandades radicadas en el templo Prendimiento, Dulce Nombre y Divina Pastora.
Uno de los momentos más emotivos se produjo al llegar la Virgen. Tanto los
hombres de trono como las personas presentes cantaron el himno de María
Auxiliadora. Al finalizar, José Manuel Molina dijo: «¡Viva María Auxiliadora!
¡Viva la Divina Pastora! ¡Viva el barrio de Capuchinos!» Tras el trono de la
Virgen iban numerosas personas de promesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario